jueves, 7 de noviembre de 2013


Importancia de los cuentos y la lectura

Existen numerosos escritos de gente muy reputada hablando de los muchísimos beneficios que tienen los cuentos, no sólo en la educación del niño, sino en la vida familiar.
La mayor ventaja educativa, sin duda ninguna, es la capacidad que tiene un cuento de transmitir valores
Todas las historias, y los cuentos son una más, tienen un argumento lógico que une las distintas partes, haciéndolas mucho más fáciles de recordar. De esta forma, nuestra memoria almacena precisamente ese hilo argumental porque es el pegamento de todos esos elementos, y por tanto la forma más sencilla de tener acceso al resto de detalles de la historia. Y es precisamente la moraleja el mejor resumen de un cuento, y por tanto lo que mejor retenemos del mismo. Así, por ejemplo, uno puede olvidar detalles de lo que decían la cigarra y la hormiga, pero no olvida que una holgazaneaba mientras la otra trabajaba para almacenar comida. 
También los cuentos inventados y personalizados antes de dormir permiten establecer un nexo fortísimo con los niños. Contar cuentos sin libros ni dibujos, con la habitación en penumbra y los niños acostados, es una ayuda muy eficaz para contrarrestar la falta de atención que sufren muchos niños actualmente , provocada por vivir en un mundo con tantos sobre estímulos visuales. Bajo la débil luz del pasillo, y con la tranquilizadora presencia de sus padres, los niños abren sus oídos dispuestos a transportarse al mundo del cuento, y sin darse cuenta, están aprendiendo a centrar su atención; no sólo eso, además lo hacen utilizando el oído como sentido primario, muy al contrario de lo que habrá sucedido durante el día.
Un cuento personalizado es una herramienta increíblemente eficaz para "analizar" los comportamientos de los niños durante ese día.

AQUEL LIBRO VIEJO


En una vieja Biblioteca se encontraba el libro más antiguo de este lugar, su pasta y sus hojas ya deterioradas, por el paso de los años y el uso de los estudiantes, se sentía cansado y viejo y aunque su sabiduría era inmensa, quería verse como los libros nuevos, sus páginas llenas de palabras de diferentes formas.


Una mañana sin querer, un niño rasgo las páginas del libro; la bibliotecaria le digo: que has hecho, dañaste el tesoro más bello de este lugar, ahora tendremos que reacer todas sus páginas; con gran tristeza el libro pensó que lo iban a cambiar por otro libro, fue tanta su tristeza que no se dio cuenta que lo iban a reparar; lo dejaron en un cesto, pensó que sus días había terminado, de pronto se lo llevaron a un cuarto con artas maquinas, observo que allí entraban libros viejos como él, y salían nuevos; de repente se vio dentro de la maquina y pensó, hasta aquí llegue yo.
     
 
Pasaron varios días, cuando de repente despertó, vio sus páginas de colores vivos y letras grandes, una pasta dura, sin querer se había convertido en uno de los libros que tanto envidiaba y a pesar de ser una edición nueva, siguió siendo el libro más importante de aquel lugar. 
 


Siempre que soñamos algo se nos hace realidad.